domingo, 10 de junio de 2007

Discurso Político y Relevancia Histórica

Su trascendencia histórica se debe indudablemente a su papel en la Segunda Guerra Mundial, cuando dirigió al Reino Unido en su lucha contra Hitler. Durante el periodo de entreguerras Churchill fue poco comprendido. Furibundo conservador, sus medidas contra la huelga general de 1926, su apoyo a Eduardo VIII o su no disimulada simpatía por Franco le hicieron muy impopular entre la clase obrera británica. Sus advertencias ante la amenaza hitleriana y su posición favorable al rearme chocaron con una opinión pública mayoritariamente pacifista en los años treinta. Comentando su actitud ante un eventual ascenso al poder de Hitler, afirmó: "Si un perro se abalanza contra mí, le pego un tiro antes de que me muerda". Apartado de la política activa y aislado en su partido fue un crítico inmisericorde de la política de Chamberlain. Su comentario ante el Pacto de Munich fue el siguiente: "¿Cómo han podido hombres tan honorables y experimentados (...) avenirse a una política tan cobarde?".

Churchill alentó a la búsqueda de una gran alianza con Rusia y Francia que frenara el expansionismo nazi. Sin embargo, el pacto de no agresión germano-soviético puso fin a esta esperanza.

Despues de la anexión de Checoslovaquia, la postura largamente defendida por Churchill de firmeza ante Alemania se confirmo como la correcta. Al estallar la guerra, fue nombrado Primer Lord del Almirantazgo y tras la invasión de Francia fue nombrado Primer Ministro.

Buscó desde un principio la alianza con Estados Unidos y su relación personal con Roosevelt facilitaron la progresiva implicación norteamericana. En agosto de 1941, en su primer encuentro con el presidente de EE.UU., firmaron Placentia Bay, Terranova, la Carta del Atlántico, declaración común de principios.

Pese a su postura anticomunista, no dudó en buscar la alianza con Stalin. Churchill, fue, en definitiva, el gran forjador de la "Gran Alianza", EEUU, URSS y el Imperio Británico, que llevó a la victoria de los Aliados en la segunda guerra mundial. Como líder británico, participó en las distintas cumbres de los Aliados a lo largo de la guerra.